La necesidad de mudarnos surge por  factores económicos, geográficos, familiares o afectivos (¡entre otros!) por eso cuando decidimos comprar una nueva vivienda se ponen en juego un montón de variables y hay que saber muy bien cómo hacer foco en lo que es realmente importante, para que la mudanza sea un “buen negocio” y evitemos frustraciones.

Nuestra experiencia nos dice que debemos analizar el tema de la compra de un inmueble de dos maneras:

• Primero, con criterio financiero: ¿cuál es mi presupuesto?, ¿cuál es el valor de mi inmueble y cuánto estoy dispuesto a gastar en la próxima propiedad?, ¿qué costos adicionales (impuestos, comisiones, honorarios) voy a tener que pagar? Todo esto nos va a permitir movernos dentro de un marco de expectativas certero, y evitar recorrer y visitar propiedades que están por fuera de nuestro rango. Además, estipular bien un presupuesto nos permitirá manejar correctamente las expectativas, sabiendo qué ofrece el mercado para nosotros.

• Segundo, hay que pensar con criterio de funcionabilidad: cantidad de ambientes, amplitud de los mismos, ubicación y accesibilidad, servicios disponibles en la zona, vecindario, espacio al aire libre, tipo de vivienda, etc. En este caso, es importante saber que todos tenemos un “modelo ideal” en mente, que quisiéramos encontrar para vivir, pero de todas esas características con las que soñamos, tenemos que separar las que realmente priorizamos y no resignaríamos por nada del mundo. Definir prioridades nos va a hacer más fácil la búsqueda.

El camino hasta encontrar “la propiedad ideal” puede llevar días, semanas, meses… pero ahorraremos tiempo y energía si arrancamos esa búsqueda con una noción clara de nuestras expectativas.

Otra de las cosas a tener en cuenta es qué tiene nuestra vivienda actual que nos gustaría seguir teniendo en la próxima casa (ventanas grandes, techos altos, un living enorme) esto nos permitirá acotar la búsqueda de acuerdo a estas características puntuales. Si ya sabemos que nuestro modelo de vivienda ideal debe tener un gran living comedor, podemos preguntar las dimensiones del mismo al agente inmobiliario y evitar una recorrida que nos desilusione.

No todo el color de rosa

Mudarnos es una de las causas más frecuentes de estrés dicen los psicólogos. En la mayoría de los casos habrá cansancio y  sentimientos encontrados, hasta que volvamos a “sentirnos en casa”. Por eso estas recomendaciones apuntan a poder distinguir qué factores son los que nos hacen sentir bien, y cuáles otros podríamos prescindir (quizás la parrilla sea algo secundario, o el balcón no sea uno de los espacios que más usamos…) encarar una búsqueda conociendo nuestras preferencias y las de nuestra familia va a despejar y hacer más simple el camino hasta tu próxima propiedad.

¡Te esperamos para arrancar esta nueva aventura! Tu próxima casa te está esperando.