El sector inmobiliario argentino, especialmente en Puerto Madryn, comenzó con grades expectativas acerca del impacto de la nueva gestión en el sector. ¿Cuáles de esas expectativas se materializaron y cuáles aún esperan su momento? Vamos a ver…
Dentro del contexto de incertidumbre que aún gestionamos y en la que seguimos envueltos los argentinos, estuvimos teniendo meses favorables tanto para la compra como para el alquiler.
Particularmente, desde la derogación de la Ley de alquileres, en estos cinco meses notamos, como habíamos anticipado en su momento, que la oferta comenzó a ser altísima y eso fomentó la competencia de precios. Volver a confiar en el equilibrio del mercado en estos temas es fundamental para lograr una competencia de precios más real y genuina, que beneficia a los propietarios pero también a los inquilinos, permitiéndoles comparar alternativas y elegir mejor.
La posibilidad del acceso al crédito, que aún es incipiente, también generó muchísima consulta y movimiento y es algo que al sector le permite vislumbrar un segundo semestre alentador.
En este sentido, la baja de la inflación de los últimos meses hace que los pequeños y medianos inversionistas, tradicionalmente interesados en la compra-venta de inmuebles, vuelvan a pensar en el real estate como estrategia de crecimiento. Y desde Surwal estamos acompañando con asesoramiento personalizado a todos los que se acercan a evaluar alternativas y definir costos y posibilidades.
Sin embargo, en las particularidades que tienen Madryn para su potencial crecimiento, aún advertimos un freno en algunas cuestiones como la posibilidad de incentivar el desarrollo de nuevos barrios o proyectos de infraestructura y servicios en zonas alejadas al centro de la ciudad. “Estamos en una situación muy complicada por la falta de inversión en Infraestructura. En este momento no están dando factibilidad para nuevos servicios de agua ni energía ya que están colapsados, y no hay fondos para invertir en las obras que son necesarias” explica el Director de Surwal, Walter Kobak. Sabiendo que, además, desde Nación no se va a destinar dinero para obras públicas, y la provincia y el Municipio no tienen recursos, aún no se vislumbra un panorama alentador. Incluso desde la Cámara de la Construcción se desatacó hace poco que “no es tiempo para seguir cargando con más costos en la construcción”, y la misma Cooperativa Servicoop, que debería proveer estos servicios no da la suficiente respuesta ni proyecciones a mediano y largo plazo como para poder establecer un panorama certero.