Tasar no es solo evaluar y cotizar, además implica diseñar un plan de difusión inmobiliario a la medida de cada propiedad.
Hoy las inmobiliarias que trabajan responsablemente en la difusión de las propiedades que toman para la venta, presentan su tasación junto con un plan de marketing inmobiliario por escrito, porque la gestión de la venta de una propiedad es mucho más que asignar un valor y dar visibilidad al inmueble.
En un contexto con una demanda frenada por temas de incertidumbre y una oferta devaluada que busca ganarse un lugar en el gran mapa de propiedades en venta, las inmobiliarias deben activar todo un circuito de comunicación acorde para propiciar la conexión entre comprador e inmueble.
¿De qué se trata ese circuito? Se trata de crear una cadena de acciones para llegar a los perfiles adecuados, potencialmente interesados a la propiedad en oferta. El objetivo es que la unidad logre la mayor visibilidad online, desde celulares, computadoras o notebooks, que son las herramientas que hoy usa la gente para sus búsquedas.
El poder de las imágenes
Con la digitalización de la gestión inmobiliaria, las imágenes y videos cada vez se profesionalizaron más, con el objetivo de ofrecer al visitante un verdadero “viaje al interior del inmueble”. Por eso la sesión de fotos es una parte central del plan de marketing inmobiliario. La inmobiliaria que trabaja como hoy exige el mercado, enviará a un fotógrafo preparado, que hará las mejores tomas para mostrar detalles reales de los atributos de la unidad. Además, con las fotos producirá un video, reels para las redes y demás.
Las imágenes serán también grandes aliadas para el envío de e-mailings a individuos que se encuentran en la base de datos de interesados, y para la tradicional cartelería destacada, que se sigue implementando en los locales y los frentes de la propiedad.
Sumado a esto, la inmobiliaria puede “compartir” la venta, es decir realizar acuerdos de difusión específicos con colegas con su mismo nivel de seriedad y trayectoria, para activar las bases de datos de interesados que ellos tuvieran.
¿Imágenes en vivo?
Hay dinámicas actuales que simplifican tiempo y esfuerzo, que consisten en recorridos virtuales en vivo, para que los potenciales clientes “visiten” a través de una video llamada la propiedad. Eso se concreta por medio del teléfono celular de un representante de la empresa que recorrerá las habitaciones mostrando cada detalle.
Recursos para complementar este circuito de comunicación inmobiliaria hay muchos y variados, de acuerdo al tipo de propiedad. El contacto directo con vecinos, que puedan estar interesados en traer a vivir a un familiar al mismo edificio, los llamados telefónicos a potenciales interesados que dejaron sus datos. La difusión hacia bases de inversionistas, que suelen ser clientes frecuentes de las inmobiliarias, todo esto va conformando el circuito de estrategias que cada inmobiliaria debe ofrecer para garantizar una venta exitosa.
Tasar es mucho más que poner un precio. Hoy las comunicaciones desafían la creatividad en la venta.