Mucho se habla desde hace tiempo sobre lo obsoleto de los edificios y de la idea de que ya se terminó «la arquitectura para siempre», porque estamos inmersos en construcciones donde la vida útil es más corta.

Desde nuestra experiencia la verdad es que no nos sentimos cómodos con esta idea, porque nos acerca al concepto de “construcciones descartables».

Nos entusiasma más pensar en analizar qué legado nos dejan las antiguas tradiciones de la construcción, qué podemos aprender, qué podemos seguir implementando y qué aspectos necesitamos superar, con el objetivo de acercarnos a una nueva modalidad de construcción más eficientes en términos económicos y sustentables.

En Surwal estamos implementado sistemas de construcción más simples, rápidos y limpios, como es el caso de la tabiquería de interior en placas de yeso (durlock), el adhesivo acrílico como recurso para pegar los ladrillos huecos que se usan en mampostería exterior y en la separación de departamentos, que nos permite ahorrar muchísimo tiempo y agua como insumo fundamental. También utilizamos contra pisos alivianados e implementamos el llenado de hormigón con grúas e impulsión del hormigón con bombas, entre otras innovaciones técnicas.

Sentimos que estamos transitando un camino de transformación y todavía estamos atravesados por procedimientos tradicionales que conviven con las novedades del nuevo mundo de la construcción en seco. Sabemos que la tendencia es ir en pos de ahorrar tiempos y costos, pero para nosotros eso no debe significar una menor calidad ni una reducción de la vida útil de las unidades terminadas.

Entendemos que hay un preconcepto respecto a estas novedosas formas de construir, sobre todo en relación a la calidad final del producto. En varias ocaciones escuchamos decir que, para que una propiedad sea de excelencia, de alta calidad, sus paredes “tienen que sonar sólidas”, porque cuanto más hierro y cemento, mejor.

En realidad, el sonido hueco (debido a los tabiques de durlock), si están bien ejecutados, denotan una mejor aislación térmica y acústica que una pared de ladrillo tradicional. Además, estamos frente a procesimiento de trabajo más rápidos y limpio, con la única desventaja de que son un poco más costosos.

Respecto de la estructura de hormigón armado, hoy hay programas de cálculo que optimizan de tal forma el uso del hierro que lo hacen mucho más eficiente que antes… ¡y ni hablar del hormigón elaborado con sistemas que controlan la dosificación de sus componentes, el traslado a la obra y la aplicación por bombeo!

La nueva urbanidad nos compromete a ser activos defensores de la funcionalidad, la economía y el cuidado de los recursos, tema este último que abordamos ya en otras notas.

Por eso, en vez de hablar de “edificios obsoletos” nosotros preferimos alinearnos dentro de otro de los conceptos en auge que es el “retrofit”: la revisión de lo antiguo contemplando la posibilidad de tomar lo mejor, aprender, reutilizar y trabajar en planes de modernización que nos permitan avanzar sin perder lo mejor de lo que ya existe.

La modernización y la eficiencia sobre la base de la experiencia. Esta creemos que es nuestra gran oportunidad de innovación consciente y responsable.