¿Te apasiona la arquitectura extraordinaria? A nosotros también, porque es la que conecta cada eslabón de la cadena productiva con elementos que simplifican y aportan valor a la vida de las personas. Pero cuidado, en el afán por ser extraordinarios no debemos perder de vista que siempre se trata de generar una funcionalidad y resultados económicos que justifiquen el esfuerzo.
Desde hace unos cuantos años venimos escuchando hablar de “arquitectura líquida”, un concepto que nos inspira especialmente en esta nota porque tiene que ver con achicar las distancias que tradicionalmente separaban al diseño de la funcionabilidad final.
La arquitectura líquida es la transformación necesaria y constante del espacio, que haceposible que atendamos las necesidades reales de las personas.
Por eso creemos que la arquitectura nos mete de lleno en el paradigma actual y las necesidades de hoy. Nos obliga a pensar en las personas para las que estamos trabajando, en su forma de vida, sus preferencias y, sobre todo, sus necesidades.
Lo que hasta ayer era un “amenitie” hoy, en arquitectura, puede ser una primera necesidad. Así, por ejemplo, llegamos al “internet del inmueble” que se desprende del concepto del “internet de las cosas” y llegó para señalarnos que el WiFi hoy ya no es optativo ni es un lujo.
En un futuro no muy lejano cada rincón de una propiedad, sus aberturas, sus mobiliarios y equipamientos, se comunicarán para compartir información. Así, recopilarán información sobre usos y preferencias y nos ayudaran a eficientizar prácticas y mejorar funciones como la temperatura y luminosidad. Una silla podría ajustarse a la posición ideal de quien la usa, la mesa de la sala podría detectar que se necesita ser desplegada, etc.
No hacemos futurología, pero trabajamos con los ojos puestos en el mañana, para comprender qué cambios necesitamos generar en el presente.
Todo comunica, y la arquitectura también está al servicio de la fluidez de la información.
Transitamos un camino de responsabilidad para crear los espacios que mejor nos permitan desplegar el potencial tecnológico que esta era nos ofrece.
¿Te imaginás habitando espacios donde la prioridad sea el espectro digital?